Después de una larga jornada de trabajo y como parte de una terapia intensiva contra el estrés, mis manos tejedoras decidieron hacer algo para mejorar el mundo. Determinada a alcanzar mi objetivo, comencé a buscar un patrón de amigurumi para tejer un hermoso muñeco para mi hija. Fue entonces cuando descubrí Entrelanas, un lugar mágico lleno de lanas, hilos, agujas y botones… un auténtico paraíso.

Una vez que tuve las lanas en mis manos, inicié una exhaustiva investigación sobre la técnica de tejido y seguí el patrón detenidamente. Aunque tuve que deshacer y comenzar de nuevo en varias ocasiones, finalmente di vida a mi primer muñeca, la coneja de orejas largas. Desde aquel momento, no pude detenerme. Mis agujas y lanas se convirtieron en mis compañeras inseparables, y lo que empezó como una terapia personal se transformó en un gran proyecto de vida.

Hoy en día, contamos con más manos tejedoras que se han unido a nuestro taller, en donde encontrarás mucho más que productos; descubrirás piezas tejidas con amor y cuidado, que capturan la esencia de nuestros sueños. Cada creación es una expresión de nuestra dedicación y amor por lo que hacemos.